26 diciembre 2006

Las Uvas de la Suerte

Hay un momento en la Navidad al que nadie puede sustraerse. Seas español, colombiano, japonés o estadounidense, si estás en España el último día del año te tienes que tomar las 12 uvas por narices.
Pero, ¿de dónde viene esta tradición tan peculiar? A pesar de lo que muchos puedan creer la costumbre de las uvas no es ancestral, ya que se implantó a principios del siglo XX. Y contradiciendo a muchos que creen firmemente que lo de las uvitas dichosas se debe a motivos culturales o religiosos, hay que decir que nada más lejos de la realidad, puesto que si tomamos uvas esa noche es por culpa de los intereses económicos del sector del vino.
¿Qué? La explicación es sencilla: en la Nochevieja de 1909 (un año en que no debió haber mucha sequía), los cosecheros castellanos en un intento muy original de quitarse de encima el excedente de uvas inventaron este rito con el pretexto de que el que las tomase tendría suerte para el año entrante.
Desde luego la idea es original y parece que gustó porque un siglo y pico después sigue tan arraigada. Pero, en este caso lo original está reñido con lo práctico. Porque no son muchos los que son capaces de tomarse las uvas (muchas veces tamaño king size) sin atragantarse…Seguro que los más listos habéis optado por comprar esa maravilla que salió al mercado hace pocos años en forma de lata de conservas con 12 uvitas peladas, deshuesadas y dulces a más no poder. Porque no nos engañemos, la tradición tiene su gracia pero más de una visita a urgencias se ha visto por atragantamientos varios.

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