Cata de Cafe Expreso:
Contrariamente a la cata a la brasileña, en que se cata una variedad de café en grano, aquí se cata una bebida, un café terminado, el que normalmente se sirve al cliente en un bar o restaurante. La calidad de un buen café expreso viene dada por el equilibrio que el tostador o el restaurador quiera dar a su café. Es un equilibrio entre sabor, aroma, cuerpo y textura que difícilmente encontraremos en una sola variedad. La máquina o máquinas que ayudarán en la prueba, deben estar perfectamente reguladas -presión, temperatura, nivel de agua, limpieza-, el molino debe dar el granulado óptimo, y el agua a utilizar estará perfectamente descalcificada y depurada, sin olores que desvirtúen la prueba.
Para este tipo de Cata, sirven todos los conceptos generales comentados con anterioridad al hablar de la Cata a la brasileña, aunque varía el sistema y deben introducirse unos nuevos parámetros a valorar. Es aquí aun más importante enjuagarse la boca con agua, entre sorbo y sorbo, dada la fortaleza del café a catar respecto a la infusión estilo brasileño. La Cata deberá hacerse relativamente rápida para probar el café a la temperatura óptima: puede empezarse a sorber a los 60ºC, pero cuando baja de los 40ºC desprende pocos aromas y debe abandonarse la prueba de esa taza. Una taza de gres o porcelana es la más indicada.
En este tipo de cata puede ser interesante que una de las dos tazas que habitualmente se prueban por cada variedad, esté ligeramente azucarada si es así como el catador toma habitualmente su café. Si así fuera, debe tenerse el cuidado de aplicar siempre la misma dosificación: por ej. una cucharilla enrasada y diluida con 10 vueltas.
Crema. Es un aspecto importante de la taza de café. La crema se produce cuando el agua caliente (92ºC), a presión (9 atmósferas), arrastra en poco tiempo (25 segundos), partículas coloidales, grasas y aceites del café, en una mezcla de aire y gases. En la taza, los gases desaparecen y queda la crema, mudo y bello testigo de la reciente operación.
Una crema espesa, uniforme, gruesa y de color avellana, con pequeñas motas oscuras, como una piel de tigre, es una prueba de un expreso elaborado de forma óptima. Debe ser consistente, de 2 a 3 mm de espesor y desvanecerse lentamente.
Una crema color marrón oscuro y de color blanco en el centro, es señal de que la temperatura y la presión eran superiores a lo normal. El café resulta fuerte, astringente y amargo en demasía.
Una crema oscura puede ser señal de una importante presencia de torrefacto en el café.
Una crema con amplias burbujas que desaparece rápidamente, denota que el café ha sido poco molido, o la temperatura era demasiado alta, o la presión baja.
Sin crema, sólo con una pequeña corona junto a los bordes de la taza, indica que la extracción se ha hecho demasiado rápidamente, o la temperatura alta, o con poco café en la dosis.
Cuando la crema no aparece hasta el final del llenado de la taza, indica que el café es viejo, lleva ya excesivo tiempo molido y empieza a ranciarse: el primer arrastre de los aceites exudados ha impedido la formación de la crema.
La Hoja de Cata a rellenar para cada tipo de taza probada, será la misma que hemos comentado anteriormente, con el añadido de los apuntes sobre la crema (textura, color, persistencia).
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