Elaboradas con sal de los pantanos salinos de la Isla de Ré, vinos seleccionados, especias y aromas naturales, mediante un procedimiento, que Pascal Delbeck guarda en secreto. La historia de esta sal, dormía en la memoria de la abuela de Pascal que recordó haber utilizado una sal, que fruto de la casualidad, se había empapado del vino escapado de un tonel volcado en la bodega de un barco. La sal absorbió el vino, tomando un interesante color, además de un agradable aroma. Al no poder hacer negocio con ella, se la regalaron a una ingeniosa mujer que le añadió especias y comenzó a usar esta divertida sal de color asombroso en la elaboración de sus platos. Con esa idea en la mente Pascal comenzó el proceso de investigación para aportar el fruto de diversas cepas a los cristales de vino, que más tarde dio lugar a la comercialización de cuatro tipos de sal de vino diferentes:
Sal de Château, de gran complejidad aromática esta pensada para pescados, carnes y verduras
Sal de Merlot, con sabores suaves y aromas dulces, marida especialmente bien con foie, magret y buey.
Sal de Cabernet, revive el aroma de las hierbas aromáticas, siendo la combinación perfecta para crustáceos, pescados blancos, salmón y carnes blancas.
Sal de Syrah, exótica y especiada, esta pensada para iluminar los platos de cordero, carnes a la parrilla y ensaladas.
+ via: I+D en mi cocina
+ información: Seldevin
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