Tenía muchas ganas de escribir este post, ya que todos los amantes del gin tonic agradecemos la incorporación de nuevas tónicas (de calidad) en un mercado más habituado a incorporar ginebras día tras día.
Por recordar la historia de la tónica, el primer tratamiento eficaz para la malaria fue la corteza del árbol Cinchona, que contiene la quinina. Este árbol crece habitualmente en las colinas de los Andes. Los nativos usaban el producto natural para controlar la malaria, y los Jesuitas lo introdujeron en Europa a mediados del Siglo XVII. 1724 TW está fabricada con ingredientes naturales, agua de los manantiales de la Patagonia y con quinina recogida en el Camino del Inca, a 1724 metros sobre el nivel del mar (de ahí su nombre).
Hasta la fecha, mi admirada Schweppes y adorada Fever Tree formaban parte de mis preferidas "parejas de baile", pero no tengo la menor duda que después de probarla con varias ginebras, entre ellas las reconocidas Whitley Neill y Nº 209, he decidido incorporarla a mi habitual cesta de la compra.Se trata de una tónica con personalidad, pero que sabe guardar un perfecto segundo plano, resaltando las cualidades del destilado. De burbuja mediana, o más bien pequeña, pero con gran duración, cierto toque dulce y notas olfativas cítricas, refresca el paladar como ninguna. Simplemente, mi más sincera enhorabuena a los creadores de 1724 Tonic Water.
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